Ouija
Todos hemos escuchado historias de nuestros amigos o familiares que han practicado la Ouija. Algunos han tenido consecuencias y a otros no les ha pasado nada extraño tras esto. Lo que si hay que tener en cuenta, es que es el peor método para contactar con el mundo espiritual.
Esta tabla tiene su origen en 1880 creada por Elijah Jefferson Bond, aunque su venta comenzó en 1890. Su nombre deriva del egipcio y significa "mala suerte", al igual que mezcla el francés y el alemán en su nombre : "oui" y "ja" , "sí" en los dos idiomas. Falleció el 14 de abril de 1921 a los 74 años y está enterrado con una lápida que imita un tablero de la Ouija.
Su utilización es tan fácil que incluso hoy en día los niños la usan para jugar sin darse cuenta de que todo es obra de un espíritu. Un tablero donde tiene las palabras "sí" y "no" una en cada lateral , y "hola" y "adiós" una arriba y la otra abajo. Se usa un puntero movible , a veces un vaso y a veces un triángulo del mismo material que la tabla. El "juego" comienza cuando se empieza a mover este.
Hay una regla completamente esencial a la hora de jugar. El esperar a que el espíritu se despida por conciencia propia. Dicen que si esta norma no se cumple , el espíritu puede poseer a uno de los participantes o ser su acompañante para molestarle. Otras de las reglas es no poder hablar de Dios ni religiones, no se debe jugar solo ni preguntar la fecha en la que morirás.
Otra de las incógnitas es el como deshacerse e un tablero de Ouija. Se debe romper en 7 pedazos exactos, luego rociarlos con agua bendita y quemar los trozos POR SEPARADO. Pero sobre todo , nunca la quemes de frente, dicen que puedes morir tras 36 horas por ello.
Lo más extraño de todo, viene cuando Fuld, el patentador de estas tablas, les dijo a sus hijos que nunca las vendieran. Y justo al día siguiente, cayó desde lo alto de una fábrica y murió en 1917.
Esta tabla tiene su origen en 1880 creada por Elijah Jefferson Bond, aunque su venta comenzó en 1890. Su nombre deriva del egipcio y significa "mala suerte", al igual que mezcla el francés y el alemán en su nombre : "oui" y "ja" , "sí" en los dos idiomas. Falleció el 14 de abril de 1921 a los 74 años y está enterrado con una lápida que imita un tablero de la Ouija.
Su utilización es tan fácil que incluso hoy en día los niños la usan para jugar sin darse cuenta de que todo es obra de un espíritu. Un tablero donde tiene las palabras "sí" y "no" una en cada lateral , y "hola" y "adiós" una arriba y la otra abajo. Se usa un puntero movible , a veces un vaso y a veces un triángulo del mismo material que la tabla. El "juego" comienza cuando se empieza a mover este.
Hay una regla completamente esencial a la hora de jugar. El esperar a que el espíritu se despida por conciencia propia. Dicen que si esta norma no se cumple , el espíritu puede poseer a uno de los participantes o ser su acompañante para molestarle. Otras de las reglas es no poder hablar de Dios ni religiones, no se debe jugar solo ni preguntar la fecha en la que morirás.
Otra de las incógnitas es el como deshacerse e un tablero de Ouija. Se debe romper en 7 pedazos exactos, luego rociarlos con agua bendita y quemar los trozos POR SEPARADO. Pero sobre todo , nunca la quemes de frente, dicen que puedes morir tras 36 horas por ello.
Lo más extraño de todo, viene cuando Fuld, el patentador de estas tablas, les dijo a sus hijos que nunca las vendieran. Y justo al día siguiente, cayó desde lo alto de una fábrica y murió en 1917.
Casos testificados sobre la Ouija:
- La primera es la de Estefanía Gutiérrez, una joven de Vallecas de 14 años que murió en 1992 después de jugar y tras sufrir una serie de sucesos extraños en su casa: ruidos, golpes, vasos que se mueven o estallan... "La familia tuvo que llamar a la policía y el informe de los agentes, de los pocos que existen de estas experiencias, explica lo que vieron: un armario que se abrió solo, un crucifijo que se dio la vuelta, una especie de fuego que quemaba una foto de la fallecida... Es uno de los casos más terribles que se conocen", relata Cardeñosa.
-El segundo ocurrió en Valencia en 2007. "Cinco chicos se reunieron para hacer una sesión de ouija en un edificio abandonado. El que hacía de médium preguntó al espíritu: '¿Hay alguno que quieras que se vaya?'. El tablero señaló tres nombres de los que estaban allí. No se habían alejado ni 100 metros cuando se oyó un estruendo pasmoso: el edificio se había derrumbado por completo, matando a sus dos amigos dentro", narra González.
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